XXVI Domingo del Tiempo Ordinario
- Del Puerto Noticias
- 29 sept 2024
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«ENTRE EL HIJO DE DIOS ENCARNADO Y SU IGLESIA, EXISTE UNA PROFUNDA, INSEPARABLE Y MISTERIOSA CONTINUIDAD, EN VIRTUD DE LA CUAL CRISTO ESTÁ PRESENTE HOY EN SU PUEBLO»
Nadie puede tener a Dios por Padre si no tiene a la Iglesia por madre. El Señor nos lo advierte cuando dice: «Todo aquel que no está contra nosotros, está a nuestro favor» El que rompe la paz y la concordia de Cristo actúa contra Cristo. El que recoge fuera de la Iglesia, desparrama la Iglesia de Cristo. El que no observa esta unidad no observa la ley de Dios ni la fe en el Padre ni en el Hijo; no obtendrá ni la vida ni la salvación.
Este sacramento de la unidad, este lazo de concordia en una cohesión indisoluble se nos muestra en el evangelio por la túnica del Señor. No puede ser dividida ni rota, sino que echarán la suerte para saber a quién le toca revestirse de Cristo. (Jn 19,24). Es el símbolo de la unidad que viene de arriba.
Pbro. Guilibaldo Villa Dominguez
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