Transfórmanos Señor, con la fuerza poderosa de Tú Eucaristía

¡Alabado sea Jesucristo!

El Romano Pontífice es el principio y fundamento perpetuo y visible de la unidad de la Iglesia

¿Por qué nuestro compromiso con la Eucaristía nos impulsa hacia la unidad? Porque, cuando celebramos la Eucaristía, experimentamos a Aquel que construyó el primer puente, que cruzó la distancia y se hizo uno con nosotros, incluso cuando estábamos separados de Él.

Es Aquel que está con nosotros, haciéndose presente en las realidades complejas pero concretas de nuestra vida cotidiana. Por eso, creer en la presencia real de Cristo no es solo decir: En estas formas de pan y vino están Su cuerpo, sangre, alma y divinidad.

¡Claro que eso es verdad! Pero Cristo también está presente en la asamblea de su pueblo creyente. No solo eso, sino que está presente en las personas que luchan por conectar con Él a causa de las heridas, el miedo y el pecado. Tenemos que estar allí con Él, acompañando a esas personas y ayudándoles a experimentar la presencia real del amor de Cristo.

Seamos concientes, de que la 'Eucaristía no es solo un regalo que recibimos, sino un llamado a la transformación personal y del mundo.

Al participar en este misterio, nos unimos a la alabanza perfecta de Cristo, quien nos invita a vivir plenamente nuestra vocación cristiana. A través de la experiencia de Cristo, debemos estar listos para ofrecernos a nosotros mismos por el bien de la verdadera fraternidad. Permitir que nuestros corazones sean transformados por los misterios pascuales y con la fuerza del Espíritu Santo, llamados a traer la gloria al mundo.

Pbro Guilibaldo Villa Domínguez

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