Oh María, Madre de Jesucristo y Madre de los sacerdotes:acepta este título con el que hoy te honramos para exaltar tu maternidad y contemplar contigo el Sacerdocio de tu Hijo unigénito y de nosotros tus hijos, oh Santa Madre de Dios, y Madre nuestra.
Madre de Cristo,que al Mesías Sacerdote diste un cuerpo de carne por la unción del Espíritu Santo para salvar a los pobres y contritos de corazón custodianos en tu seno y en la Iglesia a, oh Madre del Salvador.
Madre de la fe, que acompañaste al templo al Hijo del hombre, en cumplimiento de las promesas hechas a nuestros Padres:
presenta a Dios Padre, para su gloria, a tus hijos Consagrados de tu Hijo, oh Arca de la Alianza.
Madre de la Iglesia, que con los discípulos en el Cenáculo implorabas el Espíritu para el nuevo Pueblo y sus Pastores: alcanza para el orden de los presbíteros la plenitud de los dones, oh Reina de los Apóstoles.
Madre de Jesucristo,
que estuviste con Él al comienzo de su vida y de su misión, lo buscaste como Maestro entre la muchedumbre, lo acompañaste en la cruz, exhausto por el sacrificio único y eterno, y tuviste a tu lado a Juan, como hijo tuyo: acoge desde el principio a los llamados al sacerdocio, protégelos en su formación permanente, y acompañarles en su vida y en su ministerio, oh Madre de los sacerdotes.