☦️Reconcíliate primero con tu hermano MT 5, 20-26

Dios Nuestro Señor nos invita a cada uno de nosotros a dar un cambio de rumbo a nuestra existencia, pensando y viviendo según el Evangelio, corrigiendo algunas cosas en nuestro modo de rezar, de actuar, de trabajar y en las relaciones con los demás.

Nos llama a ello no con una severidad sin motivo, sino precisamente porque está preocupado, por nuestra salvación.

Nada nos asemeja más a Dios que el estar siempre dispuestos a perdonar. Respondamos a su insistente y amorosa llamada a la conversión, con un corazón contrito y humillado, con un esfuerzo interior sincero, pidiéndole que nos haga entender en qué puntos en particular debemos convertirnos.

"Un corazón contrito y humillado Tú no lo desprecias Señor!"

Pbro. Guilibaldo Villa Domínguez

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