Desde el anuncio de su nacimiento, el Hijo unigénito del Padre, nacido dela Virgen María, es definido como "rey", en sentido mesiánico, es decir heredero del trono de David, según las promesas de los profetas, para un reino que no tendrá fin... "Para un Reino, que no es de este mundo."
El Reino de Cristo es un don que se ofrece a los hombres de todo tiempo, para que todo el que crea en el Verbo encarnado no muera, sino que tenga la vida eterna' (Jn 3,16). Por ello, precisamente en el último Libro del Biblia, el Apocalipsis, Él proclama: 'Yo soy el Alfa y Omega, el principio y el fin', (Ap 22,13).