"Te aclamamos, santa Madre de Dios, porque has dado a luz al Rey, que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos"
Mas importante que los relatos antiguos de la Presentación de la Virgen María en el Templo, la memoria viva de las Iglesias del Oriente y del Occidente celebran hoy la entrega que de sí misma hizo la santísima Virgen al Señor, en el umbral de su vida consciente.
Todos los cristianos podemos encontrar en María santísima, "la llena de gracia", el modelo de una vida consagrada a hacer la voluntad de Dios.