top of page
Cabeza DPN 1.jpg
Zona Conurbada . . . Guaymas - Empalme

Destacadas de hoy

-_728x90.jpg
-_1080x1350.jpg

La inaceptable contaminación de los mares y costas


31 aniversario de la Unidad Guaymas del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S.C.

José Alfredo Arreola Lizárraga

CIBNOR Unidad Guaymas aarreola04@cibnor.mx


Actualmente, existe suficiente evidencia de que la contaminación de los mares y costas del mundo es debido a que diversas actividades humanas se realizan sin responsabilidad con la protección al ambiente. Esteros, bahías, playas, manglares, etc., son los más vulnerables debido a que son zonas de transición entre la tierra y el mar que pueden estar expuestos a contaminación originada por metales traza, nutrientes, compuestos orgánicos persistentes, microplásticos y microorganismos. Estos diversos tipos de contaminación pueden evaluarse considerando la fuente de contaminación y la parte que es afectada en el ecosistema, por ejemplo los sedimentos o el agua de una playa, bahía o un estero, o también en organismos que allí habitan.

Contaminación por elementos traza

Elemento traza se refiere a elementos que están normalmente presentes en niveles inferiores a 1 microgramo por litro en agua, sedimentos, plantas o animales. Pueden ser elementos que cumplen alguna función fisiológica esencial en los seres vivos y son llamados micronutrientes, por ejemplo: Cobalto (Co), Cobre (Cu), Cromo (Cr), Yodo (I), Hierro (Fe), Manganeso (Mn), Molibdeno (Mo), Selenio (Se), Fluor (F) y Zinc (Zn). Existen otros que se hallan en el ambiente y son ya sea tóxicos o sin ninguna actividad biológica asociada como los metales pesados, por ejemplo: Plomo (Pb), Mercurio (Hg), Cadmio (Cd), Plata (Ag), Niquel (Ni). Algunos elementos que son esenciales pueden resultar tóxicos cuando se encuentran en concentraciones elevadas, de tal forma que son metales pesados, pero también micronutrientes (Cu, Zn, Ni, Co). En las ultimas décadas se ha incrementado la contaminación por metales traza, como consecuencia de la actividad industrial y de la explotación minera. En la zona costera, la contaminación por metales traza es mayor en las aguas costeras y esteros, y disminuye gradualmente hacia el mar abierto. A diferencia de otros contaminantes, el grado de toxicidad de los elementos traza no está en función de la concentración total de estos en el medio, sino de su biodisponibilidad o presentación química. Esto puede favorecer o no, su biodisponibilidad y por lo tanto, que sea asimilable por las plantas o animales marinos con los consecuentes efectos adversos a la salud pública.


Contaminación por enriquecimiento de nutrientes (eutrofización)

Una de las amenazas a las que están sujetos los ecosistemas costeros, es el aporte excesivo de nutrientes provenientes de las actividades humanas. Las aguas residuales agrícolas, industriales y urbanas constituyen la principal fuente de nutrientes que ocasionan el deterioro de la calidad de agua costera y marina. Esto se acentúa cuando las aguas residuales son vertidas al mar con escaso o nulo tratamiento. La eutrofización se manifiesta con el incremento de nutrientes (Nitrógeno y Fósforo) en el agua que provoca un crecimiento acelerado de fitoplancton (algas microscópicas) y macroalgas que producen eventos de hipoxia (baja concentración de oxígeno disuelto en el agua), ocurrencia de especies de fitoplancton (algas microscópicas) nocivo o tóxico, incremento excesivo de biomasa de fitoplancton, incremento de turbidez en el agua que limita la disponibilidad de luz para las plantas marinas. Todo esto tiene efectos adversos en actividades productivas tales como la pesca, la acuicultura y el turismo.


Contaminación por contaminantes orgánicos persistentes

La contaminación por plaguicidas organoclorados (OC) se caracteriza por una elevada persistencia y una notable amplificación en las cadenas tróficas. La mayoría de estos compuestos son Contaminantes Orgánicos Persistentes. Los cuerpos de agua costeras reciben vertidos directos de ríos, aguas residuales urbanas y agrícolas, debido al incremento de la población humana y las actividades agroindustriales en las zonas costeras. En particular, se han detectado residuos de OC incluso más de una década después de que se prohibiera su uso; por esta razón, la presencia de OC en el ambiente deriva no sólo del uso actual de plaguicidas, sino también de residuos debidos a su uso en el pasado. Los esteros y bahías sirven como receptores de OC, donde estas sustancias persisten debido a una tasa de degradación muy lenta y pueden permanecer desde 1 hasta 10 años en los sedimentos y bioacumularse en moluscos y peces. El riesgo potencial para la salud humana se ha documentado ampliamente, por ejemplo: efectos cancerígenos y mutagénicos, trastornos reproductivos, alteraciones hormonales.

Contaminación por microplásticos

Los desechos plásticos entran al mar por vertederos, basureros o derrames no intencionales, debido al cauce de los ríos, escorrentías de agua pluvial, descargas de aguas residuales, o transportados por el viento. Al entrar a ambientes marinos, los plásticos comienzan a fragmentarse por distintos factores entre los que se encuentran la temperatura, los rayos ultravioleta, el oxígeno, enzimas microbianas y por la fuerza mecánica del oleaje. Esta segmentación provoca que los plásticos se vuelvan tan débiles que se fragmentan en objetos de un micro tamaño, lo que los vuelve invisibles al ojo humano o de cualquier otro organismo y debido a este tamaño pequeño pueden encontrarse en la columna de agua y transportarse hacia sedimentos costeros o de aguas profundas. Los microplásticos (MPs) miden entre 0.0001 y 5 mm, y su presencia se ha reportado alrededor del mundo, desde la orilla del mar hasta lo más profundo del océano. Por esta proliferación han pasado de contaminantes emergentes a ser reconocidos como una amenaza sobresaliente, con la necesidad urgente de evaluar los riesgos ecológicos que estas partículas representan para los ecosistemas marinos. Cuando los MPs se incorporan al sedimento marino se facilita su persistencia. Los MPs son diversos, debido a que provienen de diferentes tipos de productos, además, se presentan en un amplio rango de tamaños, colores y formas, se componen de varios polímeros e incluyen una amplia colección de aditivos químicos. También acumulan químicos orgánicos y metales traza del ambiente en el que se encuentran. Se pueden encontrar en forma de fibra, madejas, fragmentos, esferas, pellet, películas y espumas. Los MPs < 150 micras, pueden translocarse a los intestinos y entrar a células, órganos y otros tejidos de organismos vivos actuando como vectores de toxinas biológicas y químicos en

la cadena alimenticia y mientras el tamaño del microplástico decrece facilita la bioacumulación o incluso la biomagnificación. Los organismos que ingieren accidentalmente los microplásticos incluyen especies de importancia para consumo humano, lo que representa riesgos a la salud humana.


Contaminación microbiológica

La Organización Mundial de la Salud ha establecido los riesgos a la salud pública en las playas tomando como criterio la concentración de enterococos (bacterias) en el agua de mar, debido a que: son abundantes en heces humanas y de animales, y están asociados directamente con enfermedades respiratorias, así como con gastroenteritis, conjuntivitis y dermatitis. Un valor menor a 100 NMP 100 ml-1 de enterococos en agua de las playas indica calidad apta para su uso recreativo de contacto primario, pero si las concentraciones son mayores existe riesgo a la salud de los bañistas. El potencial riesgo a la salud pública por el uso de las playas, es debido a que los bañistas pueden estar expuestos a una variedad de microorganismos que causan enfermedades, pero en el agua, muchos de los agentes infecciosos que son de preocupación resultan de la contaminación fecal (indicada por la concentración de enterococos) y esta se potencializa si las playas tienen influencia de aguas residuales urbanas sin tratamiento o con tratamiento insuficiente, escorrentías de lluvias en zonas urbanas con desbordamiento de alcantarillado, afluencia masiva de bañistas y ocurrencia de animales, o la influencia conjunta de varias de estas fuentes de contaminación fecal.

Con base en lo expuesto, uno de los desafíos considerados en el decenio de los océanos (2021-2030) es comprender y vencer la contaminación marina que continúa y sigue en aumento en muchas regiones del mundo. En el documento: La ciencia que necesitamos para el océano que queremos (disponible en: https://www.oceandecade.org/decade-publications/) uno de los resultados esperados es: un océano limpio donde se identifiquen y eliminen las fuentes de contaminación. Esto debe ser revisado y atendido en cada uno de los 150 municipios con frente litoral que tiene nuestro país.

-_728x90.jpg
FB_IMG_15683975167131328.jpg
Todos los Derechos Reservados
Guaymas, Sonora, México. Año 2024
 
bottom of page