La escucha del Corazón a Dios que llama, es esencial a la Oración

Catecismo de la Iglesia Católica 2570

TRES FORMAS DE ORAR:

Orar es toda forma de elevar el corazón a Dios para adóralo, alabarlo, agradecerle, pedirle perdón, pedirle por nuestras necesidades. La iniciación en la oración no consiste tanto en hablar de Dios, sino en dialogar CON Dios: hablarle, pero también escucharle. Es reconocerle como nuestro Padre, contarle nuestras dificultades, escuchar lo que Él nos quiere decir, agradecerle todas sus bendiciones.

La tradición cristiana contiene tres importantes expresiones de la vida de oración. Las tres tienen en común el recogimiento del corazón y ese anhelo de encuentro que ansía y añora el alma, de encuentro de la creatura con su Dios y Señor:

1.- La oración vocal es la unión del cuerpo con nuestro espíritu, esa oración interior del corazón a ejemplo de Cristo que ora a su Padre y enseña el “Padrenuestro” a sus discípulos.

2.- La meditación es una búsqueda orante, que hace intervenir al pensamiento, la imaginación, la emoción y el deseo de estar unida en cuerpo y alma en Dios.

3.- La oración contemplativa es la expresión sencilla del misterio de la oración, no por ser la última es por ello la menos importante. Es una mirada de fe, fijada en Jesús, una escucha de la Palabra de Dios, un silencioso amor. Realiza la unión con la oración de Cristo en la medida en que nos hace participar de su misterio.

Pbro Guilibaldo Villa Domínguez

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