«INSPIRACIÓN Y VERDAD DE LA SAGRADA ESCRITURA»
- Del Puerto Noticias
- 1 feb
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Las verdades reveladas por Dios, que se contienen y manifiestan en la Sagrada Escritura, se consignaron por inspiración del Espíritu Santo.
Nuestra santa madre Iglesia, según la fe de los Apóstoles, reconoce que todos los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento, con todas sus partes, son sagrados y canónicos, en cuanto que, escritos por inspiración divina, tienen a Dios como autor, y como tales han sido confiados a ella.
En la composición de los libros sagrados, Dios se valió de hombres elegidos, que usaban de todas sus facultades y talentos; de este modo, obrando Dios en ellos y por ellos, como verdaderos autores, pusieron por escrito todo y sólo lo que Dios quería.
Para que las Escrituras no queden en letra muerta, es preciso que Cristo, Palabra eterna del Dios vivo, por el Espíritu Santo, nos abra el espíritu a la inteligencia de las mismas . Lc 24, 45
Hay otro principio de la recta interpretación no menos importante que el precedente, y sin el cual la Escritura sería letra muerta. El Concilio Vaticano II señala tres criterios para una interpretación de la Escritura conforme al Espíritu que la inspiró:
* Prestar una gran atención «al contenido y a la unidad de toda la Escritura».
* Leer la Escritura en «la Tradición viva de toda la Iglesia». En efecto, la Iglesia encierra en su Tradición la memoria viva de la Palabra de Dios, y el Espíritu Santo le da la interpretación espiritual de la Escritura. [Orígenes, Homiliae in Leviticum, 5,5]).
* Estar atento «a la analogía de la fe» (cf. Rm 12, 6). Por «analogía de la fe» entendemos la cohesión de las verdades de la fe entre sí y en el proyecto total de la Revelación.