Gobernador Durazo logra desarrollo en infraestructura para Nogales junto a Presidenta Sheinbaum
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El hígado es un órgano esencial que desempeña importantes funciones en nuestro cuerpo como la filtración de la sangre y la producción de proteínas. Cuando el hígado comienza a presentar alteraciones, pueden manifestarse síntomas como dolor abdominal, pérdida de apetito, cansancio extremo, coloración amarillenta en la piel y los ojos (ictericia) e inflamación abdominal, los cuales podrían estar relacionados con la presencia de cáncer.
Los principales factores de riesgo asociados al cáncer de hígado en México son los comportamentales y los metabólicos. Entre los factores de riesgo comportamentales más asociados con los diferentes tipos de cáncer de hígado se encuentran el consumo excesivo de alcohol, uso de drogas y tabaquismo. Aunado a ello, los factores de riesgo metabólicos asociados son el alto índice de masa corporal y niveles elevados de glucosa plasmática en ayuno.
El cáncer de hígado ocupa el decimosexto lugar en incidencia de neoplasias malignas en nuestro país. Según las estadísticas de los últimos años, su incidencia es más frecuente en hombres. Existen diferentes tipos de cáncer de hígado, siendo los más comunes el carcinoma hepatocelular (se origina en los hepatocitos) y el colangiocarcinoma (se origina en las células que recubren las vías biliares dentro y fuera del hígado). Dependiendo del tipo y la etapa en la que se diagnostica el cáncer de hígado, varía la terapia indicada para su tratamiento, que puede ser destrucción de las células cancerosas con calor o frío, cirugía, quimioterapia o radioterapia. Sin embargo, es una enfermedad agresiva que sigue cobrando importancia dentro del sistema de salud debido a que la tasa de incidencia y mortalidad sigue en aumento.
Por esta razón es de suma importancia conocer e implementar medidas de prevención contra esta enfermedad; por ejemplo, vacunarse contra la hepatitis B, evitar el consumo excesivo de alcohol, mantener un peso saludable y llevar una dieta saludable y equilibrada. En este último punto es donde cobra importancia el consumo de alimentos ricos en antioxidantes, ya que diversos estudios han asociado que el consumo de alimentos ricos en antioxidantes puede ayudar en la prevención y aparición de este tipo de cáncer.
El resveratrol, un polifenol que se encuentra de forma natural en alimentos como cacahuetes, moras, arándanos y, sobre todo, en las uvas, puede proteger el hígado frente a los daños causados por el alcohol, además de que reduce la fibrosis hepática y la esteatosis, mejorando los perfiles lipídicos y el metabolismo de la glucosa. Otro compuesto estudiado en este sentido es el licopeno, el cual ha mostrado en estudios in vivo una disminución de la incidencia y multiplicidad de tumores, además de aumentar las tasas de supervivencia de ratones, por lo que se cree que puede inhibir la formación de tumores durante las fases iniciales de este tipo de cáncer.
El licopeno podemos encontrarlo en alimentos como la sandía, albaricoque, guayaba y tomate; este último alimento además contiene compuestos como la tomatina y la dehidrotomatina, los cuales también han demostrado suprimir la proliferación de células cancerosas hepáticas.
El ajo es otro alimento rico en compuestos benéficos contra el desarrollo de cáncer de hígado, como la aliína, la alicina y el disulfuro de dialilo, los cuales, de acuerdo a resultados de diversas investigaciones, pueden interactuar con algunas vías moleculares en células de cáncer hepático, provocando detención del ciclo celular y apoptosis. De manera similar, el jengibre ha demostrado efectos antiinflamatorios y proapoptóticos en estudios in vivo, asociados a su contenido de compuestos como gingerol y shogaol.
También se ha reportado que el consumir café reduce el riesgo de padecer cáncer de hígado, lo cual se ha asociado a compuestos bioactivos como la cafeína, los ácidos clorogénicos y compuestos fenólicos que tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias
Estos son solo algunos de los alimentos que pueden ayudar en la prevención del cáncer de hígado. Es importante incluirlos en la alimentación diaria y complementarlos con actividad física.
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Autoras(es): Marilyn S. Criollo Mendoza, investigadora de estancias posdoctorales por México comisionada al CIAD, J. Basilio Heredia, investigador titular del CIAD Culiacán, y Erick Paul Gutiérrez Grijalva, investigador por México, comisionado al CIAD.