"Creo en ti Señor, pero aumenta mi fe", Jn 16, 29-33

LA ORACIÓN EN LA VIDA DE LA FE: A través de la oración, Dios se revela en primer lugar como Misericordia, es decir, como Amor que va al encuentro del hombre que sufre, Amor que sostiene, que levanta, que invita a la confianza de sabernos amados por Aquél que nos amó al extremo, hasta morir por nosotros en la Cruz.

Dios y Señor mío, Trinidad Santa a quien adoro, purifica mi alma... haz de ella tu cielo, tu morada amada y el lugar de tu reposo preferido. No permitas que  jamás mi corazón se desvíe de Ti... quiero deleitarme en amarte, en rendirte adoración y gloria, mi vida entera. Me entrego confiado a Tu majestad Omnipotente. Quiero, anhelo amarte y servirte en esta vida, y después vivir contigo por toda la eternidad.

Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.

Pbro. Guilibaldo Villa Domínguez

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