ACTO DE CONSAGRACIÓN AL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA

Último sábado del tiempo de Navidad

Madre Inmaculada, Madre de Misericordia, abogada y mediadora de la gracia, tu que estas unida a la única mediación universal de Cristo, pide a Dios, para nosotros, un corazón completamente renovado, que ame a Dios con todas sus fuerzas y sirva a la humanidad como tú lo hiciste.

Deseamos ardientemente consagrarnos a tu purísimo e Inmaculado Corazón. Ayúdanos Señora y Madre nuestra, con tu poderosa intercesión a presérvanos con tu pureza, custódianos con tu humildad y rodéanos con tu amor maternal.

Oh Madre nuestra, por el amor que tienes a Dios, te rogamos que siempre nos ayudes, pero mucho más en el último instante de nuestra vida. No nos desampares, mientras no nos veas a salvo en el cielo, bendiciendote y cantando tus misericordias por toda la eternidad. Amén. Así lo esperamos, así sea.

Te veneramos con todo nuestro corazón, Virgen Santísima, más que a todos los Angeles y Santos del Paraíso, como a Hija del Eterno Padre, y te consagramos nuestra alma con todas sus potencias.

-Dios te salve, María…-

Con este acto de ofrecimiento y consagración, queremos acogerte de un modo más profundo y radical, para siempre y totalmente, en nuestros hogares. Te suplicamos que jamás nos faltes. Amén

Seguimos unidos en la oración y la misericordia, por nuestros hermanos en California

Pbro. Guilibaldo Villa Domínguez

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